La comprensión de los factores de riesgo, como la discriminación y el estigma, es esencial para abordar este problema de manera efectiva.

El suicidio es un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades, géneros y orientaciones sexuales. Sin embargo, la población LGBTIQA+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Intersexuales, Queer y Asexuales, entre otros) enfrenta desafíos únicos y desproporcionados en relación con la salud mental y el riesgo de suicidio (Tominic et al., 2016). La discriminación, el estigma, la falta de apoyo social y la victimización son factores que contribuyen significativamente a este problema. Este artículo se enfocará en la prevención del suicidio en la población LGBTIQA+, destacando la importancia de la sensibilización, el apoyo y la promoción de la aceptación para reducir este riesgo significativo.
1. ¿Cuáles son los factores de riesgo en la población LGBTIQA+?
Para abordar eficazmente la prevención del suicidio en la población LGBTIQA+, es fundamental comprender los factores de riesgo que contribuyen a este problema. Algunos de los principales factores incluyen:
Discriminación y Estigma: La discriminación basada en la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género es una realidad persistente para muchas personas LGBTIQA+. Esta discriminación puede ocurrir en entornos educativos, laborales, de atención médica y en la sociedad en general. El estigma social asociado a la identidad de género y la orientación sexual también puede llevar a sentimientos de vergüenza y autoestima reducida, aumentando el riesgo de suicidio (Meyer, 2003).
Aislamiento Social: El aislamiento social es otro factor de riesgo común en la población LGBTIQA+. Aquellas personas que enfrentan la discriminación pueden sentir exclusión de sus comunidades o familias, lo que aumenta la sensación de soledad y desesperanza (Cordova et al, 2021). La falta de apoyo social puede agravar significativamente el riesgo de suicidio (Hatzenbuehler et al., 2011).
Bullying y Victimización: Las personas LGBTIQA+ a menudo experimentan acoso escolar, ciberacoso y victimización debido a su orientación sexual o identidad de género. Esta victimización puede tener efectos devastadores en la salud mental y aumentar el riesgo de suicidio en jóvenes LGBTIQA+ (D'Augelli et al., 2002).
Familias No Aceptantes: La falta de aceptación por parte de la familia puede ser especialmente perjudicial. Los jóvenes LGBTIQA+ que enfrentan el rechazo familiar tienen un riesgo significativamente mayor de intentos de suicidio (Ryan et al., 2009).
2. ¿Cuáles son las estrategias para la Prevención del Suicidio LGBTIQA+?
Dada la magnitud de los desafíos que enfrenta la población LGBTIQA+, es fundamental implementar estrategias efectivas para la prevención del suicidio. Estas estrategias deben abordar tanto los factores de riesgo como los factores de protección. Las estrategias incluyen:
Educación y Sensibilización: La educación es una herramienta poderosa para combatir la discriminación y el estigma. Las instituciones educativas y las comunidades deben promover la inclusión y la diversidad, proporcionando información precisa sobre la orientación sexual y la identidad de género. La sensibilización puede ayudar a reducir la ignorancia y el prejuicio que contribuyen a la discriminación (Poteat et al., 2013).
Acceso a la Atención de la salud mental: Es esencial garantizar que las personas LGBTIQA+ tengan acceso a servicios de salud mental culturalmente competentes y libres de prejuicios. Los proveedores de atención médica deben recibir capacitación en temas específicos de la comunidad LGBTIQA+ y estar dispuestos a proporcionar un ambiente seguro y de apoyo (Eliason et al., 2011).
Fomentar el Apoyo Social: Las comunidades, amigos y familias tienen un papel fundamental en la prevención del suicidio (Joiner, Brown y Wingate, 2005). Fomentar un ambiente de apoyo y aceptación puede marcar la diferencia en la vida de las personas LGBTIQA+. Las líneas telefónicas de ayuda y grupos de apoyo específicos para esta población pueden ser recursos valiosos (Silenzio et al., 2007).
Políticas de No Discriminación: La promulgación y aplicación de políticas de no discriminación en todas las áreas de la vida, incluyendo el empleo y la vivienda, son esenciales para reducir los factores de riesgo. Las leyes que protegen a las personas LGBTIQA+ de la discriminación contribuyen a crear un entorno más seguro (Hatzenbuehler et al., 2014) esto no solo se limita a las políticas públicas, sino tambien a aquellas competentes de organizaciones privadas, laborales y no gubernamentales.
3. ¿Por qué es importante la aceptación familiar?
Uno de los factores de protección más significativos para las personas LGBTIQA+ es la aceptación de sus familias. Un estudio realizado por Ryan et al. (2009) encontró que los jóvenes LGBTIQA+ que fueron rechazados por sus familias tenían un riesgo 8.4 veces mayor de haber intentado suicidarse en comparación con aquellos que recibieron un alto nivel de apoyo familiar. Esto resalta la importancia crítica de la aceptación familiar en la prevención del suicidio. Es esencial que las familias aprendan a aceptar y apoyar a sus hijos LGBTIQA+. A continuación, mencionamos algunas pautas:
Educación y Conversación Abierta: Padres y cuidadores deben educarse sobre la orientación sexual y la identidad de género y estar dispuestos a mantener conversaciones abiertas y respetuosas con sus hijos, ya que esto puede reducir los sentimientos de aislamiento.
Apoyo Emocional: Ofrecer apoyo emocional incondicional es esencial. Las personas, en general, y particularmente los jóvenes LGBTIQA+, necesitan saber que sus familias los valoran y aprecian tal como son.
Buscar Recursos: Las familias pueden buscar recursos como grupos de apoyo para padres de LGBTIQA+ y organizaciones que ofrecen orientación y asesoramiento. es indispensable tener en cuenta que la ayuda esté enfocada en la aceptación y no en la pretención de cambiar la identidad, orientación ni expresión de los jóvenes.
Luchar Contra el Estigma Interno: Los padres pueden ayudar a sus hijos a lidiar con el estigma interno al fomentar la autoaceptación y el orgullo en su identidad.
4. La importancia de la promoción de la salud mental positiva
La prevención del suicidio no solo implica la reducción de factores de riesgo, sino también la promoción de factores de protección y la salud mental positiva. Para lograrlo, es importante:
Fomentar el Autocuidado: Las personas LGBTIQA+ deben aprender a cuidar de sí mismas, tanto física como emocionalmente. El autocuidado puede incluir actividades como el ejercicio, la meditación y la búsqueda de pasatiempos.
Promover la Resiliencia: La resiliencia es la capacidad de adaptarse a situaciones adversas. Fomentar la resiliencia en jóvenes LGBTIQA+ puede ayudarles a superar los desafíos con mayor fortaleza.
Reducir el Aislamiento: La conexión social es esencial para la salud mental. Participar en comunidades LGBTIQA+ y establecer relaciones de apoyo puede ser beneficioso.
Buscar Ayuda Profesional: En casos de angustia o depresión, es fundamental buscar ayuda profesional. Los terapeutas especializados en cuestiones LGBTIQA+ pueden ofrecer apoyo especializado (Clements-Nolle et al., 2006), aunque generalmente cualquier profesional cualificado enfocado en el bienestar del usuario como prioridad es de gran ayuda.
En conclusión, la prevención del suicidio en la población LGBTIQA+ es un imperativo de salud pública que requiere un enfoque multidimensional. La comprensión de los factores de riesgo, como la discriminación y el estigma, es esencial para abordar este problema de manera efectiva. Promover la aceptación familiar, brindar apoyo social y educar sobre la orientación sexual y la identidad de género son pasos críticos hacia la prevención.
Es fundamental que las comunidades, las instituciones educativas y los proveedores de atención médica trabajen juntos para crear un ambiente seguro y acogedor para las personas LGBTIQA+. Al hacerlo, podemos reducir el riesgo de suicidio y promover la salud mental positiva en esta población.
5. Referencias Bibliográficas
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D'Augelli, A. R., Pilkington, N. W., & Hershberger, S. L. (2002). Incidence and mental health impact of sexual orientation victimization of lesbian, gay, and bisexual youths in high school. School Psychology Quarterly, 21(3), 261-282.
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Poteat, V. P., Sinclair, K. O., DiGiovanni, C. D., Koenig, B. W., & Russell, S. T. (2013). Gay-straight alliances are associated with student health: A multischool comparison of LGBTQ and heterosexual youth. Journal of Research on Adolescence, 23(2), 319-330. https://doi.org/10.1111/j.1532-7795.2012.00832.x
Ryan, C., Huebner, D., Diaz, R. M., & Sanchez, J. (2009). Family rejection as a predictor of negative health outcomes in white and Latino lesbian, gay, and bisexual young adults. Pediatrics, 123(1), 346-352. https://doi.org/10.1542/peds.2007-3524
Silenzio, V. M., Pena, J. B., Duberstein, P. R., Cerel, J., & Knox, K. L. (2007). Sexual orientation and risk factors for suicidal ideation and suicide attempts among adolescents and young adults. American Journal of Public Health, 97(11), 2017-2019. https://doi.org/10.2105/ajph.2006.095943
Tomicic, Alemka, Gálvez, Constanza, Quiroz, Constanza, Martínez, Claudio, Fontbona, Jaime, Rodríguez, Juliana, Aguayo, Francisco, Rosenbaum, Catalina, Leyton, Fanny, & Lagazzi, Iside. (2016). Suicidio en poblaciones lesbiana, gay, bisexual y trans: revisión sistemática de una década de investigación (2004-2014). Revista médica de Chile, 144(6), 723-733. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872016000600006
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