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Realidades de Personas Trans y No Binarias: Un llamado a la empatía

Explora un poco sobre el impacto de la violencia, el apoyo social y los indicadores de salud en personas trans y no binarias en comparación con personas cisgénero.


En contraste con las personas cisgénero, jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y 25 años que se identifican como transgénero y no binarias pueden experimentar un mayor número de situaciones violentas o incidentes que afectan su autoestima e identidad. Estos acontecimientos no solo tienen repercusiones internas, sino que también influyen en cómo perciben la importancia de un entorno saludable y una red de apoyo social. Dado el mensaje constante de un ambiente hostil, es posible que sientan reticencia a acudir a otros en busca de un refugio seguro. Esta dinámica contribuye a las estadísticas que frecuentemente se encuentran en investigaciones y reportes, donde se describe la salud mental de estos grupos como caracterizada por ansiedad, depresión y riesgo de suicidio.

Partiendo de investigaciones previas que tratan de la violencia, apoyo social e indicadores de salud de las personas transgénero, no binarias y cisgénero, Marta Aparicio-García y colaboradoras (2018) intentaron analizar, en España, qué factores de violencia, protectores, de salud y bienestar tienen mayor influencia en las personas trans y no binarias en comparación con las personas cisgénero.

Analizando los resultados de su estudio, y encontrando similitud en resultados de investigaciones realizadas en otros países, ellas determinaron que las personas trans y no binarias de su muestra tenían un mayor riesgo de sufrir violencia, reciben menos apoyo de su familia y amigos y participan en menos actividades sociales. Finalmente, si bien mostraban menor percepción de tener adicciones a sustancias en comparación con otros grupos de edades, los reportes de haber considerado el suicidio como una salida a su malestar continua siendo alarmante. Se observa que la constante represión de sentimientos resulta en el aislamiento social, sentimientos de desesperanza, miedo al rechazo y, como consecuencia, altos indicadores de ansiedad.

Ahora bien, teniendo en cuenta el contexto peruano (INEI, 2017), en el cual se reporta que, de una muestra de 12,026 participantes del colectivo LGBTI, el 70% de las personas manifiestan sentimientos de exclusión y/o aislamiento social y el 38.9% indica ideación e/o intentos suicidas; observamos también cómo las acciones emprendidas, con el 45.7% frecuencia, son aquellas que no necesariamente responden a ajustes adecuados que promueven el bienestar o con consecuencias positivas sobre la salud física y mental a mediano ni largo plazo. Si bien, la mayoría del porcentaje restante de acciones corresponde a aquellas en las que sí se consideró la búsqueda de apoyo en un entorno social, en ausencia de investigaciones al respecto me atrevo a plantear que dicho porcentaje sería menor si fuera comparado con un grupo similar cishetero promedio.

En ese sentido, se considera que la constante promoción del bienestar, por parte de colectivos y ONG’s, tanto de aliadas como de personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+, continúa teniendo importancia para comunicar empatía y recursos con los cuales puedes validar tus experiencias en espacios seguros.

Referencias:
  • Aparicio-García, M. E., Díaz-Ramiro, E. M., Rubio-Valdehita, S., López-Núñez, M. I., and García-Nieto, I. (2018). Health and well-being of cisgender, transgender and non-binary young people. Int. J. Environ. Res. Public Health 15:2133. doi: 10.3390/ijerph15102133

  • Instituto nacional de estadística e informática (2018) Primera encuesta virtual para personas LGBTI, recuperado de https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/lgbti.pdf


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